Las lenguas son ventanas al mundo. Después de aprender una lengua minoritaria europea me cuestioné sobre mis propias raíces y esa otra lengua me inspiró para preservar mi cultura y lengua Jñatjo familiar: para preservar, para valorar, aprender y no dejar que esta "ventana" al mundo se pierda.
Estoy muy contenta de la gente tan interesante y comprometida que he conocido a lo largo de todos estos años. Sobre todo, de los jóvenes comprometidos y maravillosos que danzan, escriben, actúan, pintan, fotografían, bordan, cantan de y para nuestra cultura ¡Son la esperanza de futuro!
sábado, 21 de septiembre de 2019
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